11 de diciembre de 2024
El entorno industrial ha avanzado enormemente en los últimos años gracias a la implementación de avances tecnológicos que han permitido conseguir notables mejoras en la gestión y el seguimiento de los productos.
Dos de las herramientas más destacadas en este sentido han sido los códigos de barras y el código RFID, que si bien coinciden en que facilitan la identificación y el control de mercancías, presentan algunas diferencias que conviene tener muy claras antes de decidir cuál de ellas implementar en tu negocio.
¿Qué son los códigos de barras y RFID?
Tanto los códigos de barras como la tecnología RFID son herramientas muy valiosas a la hora de poder hacer una identificación y un seguimiento de productos satisfactorios. Sin embargo, aunque muchas personas piensan que son lo mismo, lo cierto es que sus similitudes no son tantas si se las analiza con detenimiento.
Los códigos de barras están formados por líneas paralelas de distintos grosores que representan datos numéricos o alfanuméricos. El problema es que para leer esta información se necesita usar un escáner óptico que, a su vez, requiere de una línea de visión directa con el código, algo a lo que no siempre se tiene acceso en un almacén. Aun así, se trata de un sistema muy utilizado debido a su bajo precio y lo sencillo que resulta de implantar. Eso sí, usarlo implica que hay que escanear cada artículo de forma individual y el hecho de que, ante cualquier posible daño físico, es posible que el código resulte ilegible.
Por su parte, el código RFID (siglas de Identificación por Radiofrecuencia en inglés) utiliza ondas de radio para transmitir datos desde una etiqueta electrónica adherida al producto hasta un lector. Entre las mejores ventajas de este sistema están que no necesita una línea de visión directa para leer el código, que permite la lectura de varias etiquetas de forma simultánea y que este tipo de tarea puede hacerse a mayor distancia. Además, las etiquetas RFID pueden almacenar más información y ser reescritas siempre que sea necesario, lo que permite un margen de maniobra mucho mayor.
Sin embargo, el coste inicial de implementación de la tecnología puede ser algo mayor que el de los códigos de barras, y además el sistema puede verse afectado por interferencias en entornos con metales o líquidos, por lo que no es la mejor opción para todas las industrias.
Aplicaciones de los códigos RFID en los distintos sectores industriales
Ya hemos comentado que el código RFID ha supuesto una revolución para muchas industrias, algo que se ha visto potenciado por el uso de dispositivos portables como las tablets rugerizadas con lectores específicos para él, ¿pero qué tipos de aplicaciones se le pueden dar?
- Gestión de inventarios: Esta tecnología de radiofrecuencia permite hacer un seguimiento en tiempo real de los productos, lo que reduce errores y mejora la precisión a la hora de realizar el control de stock.
- Control de acceso y seguridad: Ha demostrado ser muy eficaz en sistemas de control de acceso para personal y vehículos, aumentando la seguridad en instalaciones industriales.
- Trazabilidad de productos: Facilita el seguimiento de la cadena de suministro, garantizando la autenticidad y la calidad de los productos desde su origen hasta su llegada al consumidor final.
- Mantenimiento predictivo: Este tipo de etiquetas identificativas permite recopilar datos sobre el uso y el estado de la maquinaria industrial, facilitando su mantenimiento, reduciendo posibles tiempos de inactividad y alargando su vida útil reduciendo la necesidad de realizar reparaciones.
- Automatización de procesos: Además, al integrarlo con sistemas de automatización, el RFID permite optimizar la producción y distribución, mejorando la eficiencia y reduciendo la cuenta de gastos.
Comparación de eficiencia entre el código de barras y el RFID
Ya hemos hablado largo y tendido acerca de estas dos tecnologías de etiquetado y control, pero aún así conocer las siguientes diferencias entre ambas hará que te decantes por la más apropiada para las necesidades de tu empresa.
- El RFID permite la lectura simultánea de multitud de etiquetas sin necesidad de tener una línea de visión directa, lo que permite agilizar procesos como el inventariado. Sin embargo, el sistema del código de barras nercesita escanear cada etiqueta de forma individual y aplicando el lector directamente sobre él, lo que puede ser mucho más lento.
- Las etiquetas RFID pueden almacenar más información y ser reescritas, lo que las hace mucho más flexibles y completas que los códigos de barras, cuya capacidad es limitada y que no pueden ser modificados una vez impresos.
- El formato RFID es más resistente a condiciones como la humedad, la suciedad o incluso los golpes y arañazos, mientras que los códigos de barras pueden deteriorarse con facilidad y provocar pérdidas de información.
- Eso sí, los códigos de barras son más económicos y fáciles de implementar, lo que los hace mucho más apropiados para pymes.
Ahora que sabes qué es el código RFID y en qué se diferencia del código de barras, nos tienes para resolver cualquier otra dudas acerca de estos equipos industriales, ¡estamos aquí para ayudarte!